miércoles, 8 de septiembre de 2010

Contexto del estilo Impresionista.

Camille Pissarro (1830-1903)





Pintor francés, nacido en Charlotte Amalie, Saint Thomas, islas occidentales danesas, ubicadas en el mar Caribe. Pintor impresionista, impulsor original de este estilo. Es un artista innato que desde pequeño dibuja con maestría. A los 22 años se traslada a París con el propósito de ampliar sus estudios artísticos. No interesado con seguir la corriente clásica establecida por los académicos de su época y pintar con expresión personal, lidera a otros pintores, para formar la escuela francesa de impresionismo. Se asocia con Monet para organizar las exposiciones de otros disidentes como Renoir y Sisley. La pintura a manera de Miguel Angel manierista, de pose artificial, de realismo fotográfico y perfeccionista, aun está presente en el estilo neoclásico y el Rococó. Sin embargo, Pissarro desarrolla una técnica de pincelada libre, infantil para los expertos, que retrata escenas registradas en la memoria del artista y de esta manera, incorpora en la obra la singularidad del autor. Pissarro tuvo que esperar hasta pasado los 70 años de edad para lograr el respeto y la admiración de los críticos europeos.

Boulevard Montmartre por la mañana


Autor:Camille Pissarro

Fecha:1897

Museo:National Gallery of Victoria (Melbourne)

Características:73 x 92 cm.

Material:Oleo sobre lienzo

Estilo:Impresionismo

Los impresionistas se preocuparon por representar la misma escena a diferentes horas del día; surgen así series de gran belleza como la dedicada por Monet a la Catedral de Rouen o ésta en la que Pissarro se interesó por el Boulevard Montmartre. Por la mañana con tiempo gris es la vista que muestra en esta ocasión. La imagen es siempre la misma, pero cambian los efectos atmosféricos y las iluminaciones, así como el trasiego de la gente. La perspectiva creada es sensacional, desde una posición elevada que provoca el corte de planos, como si estuviéramos ante una ventana, muy del gusto de Degas. La pincelada ágil recrea perfectamente la frenética vida parisina, sin olvidar los elegantes edificios, con sus tejados de pizarra y sus bosques de chimeneas. Cuando el espectador contempla esta impactante imagen parece trasladarse al París del siglo XIX.

La personalidad de Pissarro es una de las más atractivas entre los impresionistas. Inició su aprendizaje en París hasta 1847, cuando regresó a las Antillas para trabajar en el comercio de su padre. En 1852 abandona Saint Thomas y se traslada a Venezuela para dedicarse a la pintura. Tres años después se instala definitivamente en París, asistiendo a las clases de la Escuela de Bellas Artes y a la Academia de Jules Suisse. Corot fue el primer maestro en el que se inspiró, descubriendo su atracción hacia el paisaje. La Academia Suisse sirvió para que se relacionara con Cézanne y Monet, ahondando en su interés por el paisaje, totalmente en contra del academicismo oficial. Expuso en 1863 en el Salón de los Rechazados junto a Manet, siendo uno de los promotores del grupo de artistas alejados de la norma académica que se reunían en el café Guerbois, que daría paso más tarde al Impresionismo. Incluso Pissarro animó a sus compañeros a "trabajar el motivo" en relación con la pintura "plenairista". En 1870 se traslada a Londres donde se interesa por las obras de Turner y Constable. De regreso a Francia se instala en Pontoise, iniciándose una intensa relación con Cézanne, influyéndose ambos mutuamente. Pissarro nunca perdió el contacto con París, participando en las ocho exposiciones impresionistas con sus atractivos paisajes o vistas urbanas llenas de vida, luz y color. Interesado por la estructuración de la obra de arte, se relacionará con jóvenes artistas como Gauguin o Signac. Debido a su mayor edad con respecto a los demás compañeros, siempre procuró mantener la estructura unitaria del grupo impresionista.


Puente Boieldieu


Autor:Camille Pissarro

Fecha:1896

Museo:Galería de Arte de Toronto

Características:73´3 x 91´4 cm.

Material:Oleo sobre lienzo

Estilo:Impresionismo

Esta escena complementa a Mañana en Rouen, presentando otro frente del puente desde una zona elevada que nos permite contemplar un buen número de personas cruzando hacia la otra orilla, donde están los edificios de la ciudad. En primer plano contemplamos la frenética actividad portuaria, con un barco que expulsa una blanca columna de humo que se confunde con el ambiente grisáceo de la atmósfera. El estilo de Pissarro en esta década de 1890 es casi puntillista, trabaja con rápidos toques de pincel y se interesa especialmente por los reflejos en el agua, una de las pocas fuentes de luz del lienzo. Los colores grisáceos dominan una composición en donde destacan los colores rojos de la caseta de primer plano y de los edificios del fondo.